Avances en iluminación LED
Todo parece indicar que las aplicaciones de la tecnología LED no tienen techo, o al menos eso se vislumbra a la luz de los constantes descubrimientos que vienen ocurriendo en los últimos años. Esto no solo tiene un tremendo impacto en distintas áreas, por ejemplo, en la medicina, donde su influencia es cada vez mayor, sino también en el uso doméstico e industrial de la tecnología LED. A propósito de la medicina, vale destacar los increíbles progresos en la aplicación de lámparas para tratar distintas enfermedades de la piel, así como realizar tratamientos estéticos de avanzada.
En los hogares de un futuro para nada lejano, aunque ya que en ciertos sitios ya es una realidad palpable, los dispositivos LED inteligentes podrán ser controlados de forma remota, con la posibilidad extra de eliminar para siempre el cableado. Este tipo de aplicaciones ya está disponible en nuestro país, aunque deberemos esperar algún tiempo para que se popularice a nivel comercial.
Desde sus inicios, la apuesta principal de la tecnología LED para iluminación está enfocada tanto a lo doméstico como a lo industrial. Actualmente su implementación ha reducido considerablemente la emisión de CO2 de las tecnologías antiguas, basadas en halogenuros, vapor de mercurio y sodio. En otras palabras, la iluminación LED es más limpia, controlable, segura y eficiente que cualquier otra. Sólo en su uso hogareño puede generar un ahorro de hasta el 70% o más en el consumos de luz.
Una de las novedades más importantes de la iluminación LED es denominado Smart Lighting Control: un enorme salto de calidad por el cual el usuario podrá administrar la iluminación como un electrodoméstico más de su casa. ¿Cómo funciona? Básicamente a través de cualquier dispositivo móvil. Con solo apretar un botón el usuario puede apagar, encender, regular la intensidad e incluso cambiar el color de la luz en cualquier área del hogar.
A la tasa de ahorro que antes mencionábamos hay que añadirle un porcentaje todavía mayor. Con esta tecnología es posible el uso más eficiente de las luminarias, activándolas al 100% de su capacidad en las horas que así lo necesitemos, y reduciendo el flujo lumínico en las horas de menor actividad. Ni siquiera es necesario estar atento u operar este dispositivo en tiempo real. Gracias a la programación del módulo CHP, es posible establecer los niveles lumínicos que deseemos en las franjas horarias que más nos convengan para cada tono e intensidad.
Por todos estos motivos ya no es viable hablar de la tecnología LED como una tendencia, sino más bien como una realidad que día a día presenta nuevas y mejores funcionalidades. Su alto nivel de especificidad, sumado a lo sustentable que es su aplicación, este tipo de iluminación ha cambiado para siempre los viejos conceptos sobre decoración, creación de atmósferas y ambientación de espacios; por no mencionar cuestiones como la iluminación en la vía pública.
Para dar una idea de los avances que se observan en los últimos años basta mencionar que, recientemente, investigadores de la Academia China de Ciencias desarrollaron la primera lámpara LED creada a partir de materiales orgánicos, lo cual supone un nuevo ahorro de energía y dinero para el usuario, ya que son mucho más económicos que los materiales semiconductores que se emplean habitualmente en esta tecnología.
La industria de la iluminación es seguramente la que mejores resultados ha demostrado en los últimos tiempos. ¿Por qué? A la fuerte inversión de desarrollo hay que sumarle sus objetivos a corto plazo: buscar soluciones más baratas para el usuario pero también más eficientes. En definitiva, como decíamos anteriormente, el techo de la iluminación se alza cada vez más, haciendo realmente difícil pronosticar cuál será el punto más alto de su desarrollo.